Descerebrados e incultos: así eran vistos hasta hace no mucho los espectadores que se tragan en la tele programas de líos entre parejas. Ser espectador de dating shows, realities, talents y otros formatos con nombre chungo estaba muy mal visto.Ahora es lo más. Lo más cool. Lo más hipster. Lo más moderner. Los formatos han evolucionado y uno puede presumir sin sonrojo de que ve Quién quiere casarse con mi hijo (QQCCMH), Casados a primera vista, Un príncipe para Corina, Gran Hermano VIP, First Dates o Supervivientes. La antigua telebasura se ha convertido en un fenómeno… sofisticadamente ‘choni’ y vamos a intentar explicar las razones.
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