6.2.06
Credo sobre las viñetas de Mahoma
(OPINIÓN) Es tal el revuelo que se ha montado por la difusión en Dinamarca y otros países de unas viñetas de Mahoma que he tardado varios días en tener clara una opinión.
Si a alguien no le interesa el tema, hace bien. Que no siga leyendo.
Antes de nada quiero advertir de que no voy a caer ni en generalizaciones, ni en maniqueísmos del tipo "o ellos, o nosotros", pese a que muchos medios, en Internet, han caído sin ambages en un reduccionismo tan peligroso como infantil.
Ésta es mi opinión, en diez puntos y con forma de ‘Credo’.
1. Creo que las viñetas publicadas en septiembre en el diario danés Jyllands-Posten son de poco nivel; lo cual habla mal de ese periódico.
2. Creo que ni Dinamarca, ni ningún Gobierno, debe pedir perdón por la publicación de esos dibujos, pero sí desmarcarse del mensaje que trasmiten las viñetas. (Los musulmanes fascistas piensan que en Occidente los medios de comunicación están tan intervenidos por los Gobiernos como en sus propios países, por eso, erradamente, piden cuentas a nuestros políticos).
3. Creo que las viñetas son ofensivas e insultantes; pero no porque representen a Mahoma (algo que molesta a los musulmanes fascistas), sino porque asocian el Islam con el terrorismo; es decir, llaman terroristas –o seguidores de terroristas—a todos los creyentes del Islam (algo que, con razón, molesta incluso a los musulmanes más moderados).
4. Creo que cualquier acción violenta derivada de la publicación de esas viñetas es injustificable.
5. Creo que en el Islam está ganando terreno el fascismo, lo reaccionario. Eso ya ocurrió en Europa durante siglos, especialmente a principios del siglo XX, cuando el fascismo, el nazismo y el nacional-catolicismo se nutrieron, para prosperar, de la desesperanza de la gente pobre, inculta y sin perspectivas de futuro. Occidente no está haciendo nada para evitarlo, al contrario: lo estimula.
En Occidente también hay fundamentalistas religiosos que no dudan en apelar a Dios para justificar crímenes abominables: basta con el caso de George W. Bush. Su catadura moral es similar a la de Bin Laden.
Afortunadamente, en Europa, a duras penas, vamos consiguiendo zafarnos del fascismo religioso de cualquier signo, muy a pesar de algunos líderes religiosos y de algunos políticos autodenominados "liberales". La intolerancia, la violencia y el fanatismo no son definitorios del Islam; sí lo son de cualquier religioso fascista.
6. Creo que la libertad de expresión no significa "libertad para insultar". Representar a Mahoma (como hizo el excelente humorista Plantu) debe estar amparado por la libertad de expresión porque, aunque moleste a un grupo de creyentes, no les insulta.
Pero identificar a todo un grupo de creyentes con asesinos no esta justificado ni debe ampararse en la libertad de expresión. Imaginemos una columna de opinión en un periódico en la que se diga: "Todos los cristianos (o los ateos) son terroristas".
7. Creo que los autores de las viñetas publicadas en Jyllands-Posten no se pueden amparar en la libertad de expresión, por eso me parece bien que el periódico haya pedido disculpas.
8. Creo que la autocrítica sólo existe entre los moderados y progresistas, sean o no creyentes, y sea cual sea su religión.
9. Creo que el Islam es, ha sido y será, parte esencial de la civilización occidental; especialmente de la española; al igual que el cristianismo. Como liberal que soy, creo que la religión no debe influir en la política, que los Estados deben ser laicos y que las creencias deben ser respetadas y mantenidas en un ámbito estrictamente privado.
10. Creo que hay cosas mucho más graves, escandalosas, injustas, amenazantes y terribles que la publicación de estas viñetas y sus consecuencias; y estoy triste y furioso al comprobar que, una vez más, las bajas pasiones y los gritos tribales dirigen el sentir de mucha gente. Pequeñas gotas como ésta, cuando se las magnifica exponencialmente en los medios, acaban por desbordar el vaso en forma de Guerra Mundial.
(OPINIÓN) Es tal el revuelo que se ha montado por la difusión en Dinamarca y otros países de unas viñetas de Mahoma que he tardado varios días en tener clara una opinión.
Si a alguien no le interesa el tema, hace bien. Que no siga leyendo.
Antes de nada quiero advertir de que no voy a caer ni en generalizaciones, ni en maniqueísmos del tipo "o ellos, o nosotros", pese a que muchos medios, en Internet, han caído sin ambages en un reduccionismo tan peligroso como infantil.
Ésta es mi opinión, en diez puntos y con forma de ‘Credo’.
1. Creo que las viñetas publicadas en septiembre en el diario danés Jyllands-Posten son de poco nivel; lo cual habla mal de ese periódico.
2. Creo que ni Dinamarca, ni ningún Gobierno, debe pedir perdón por la publicación de esos dibujos, pero sí desmarcarse del mensaje que trasmiten las viñetas. (Los musulmanes fascistas piensan que en Occidente los medios de comunicación están tan intervenidos por los Gobiernos como en sus propios países, por eso, erradamente, piden cuentas a nuestros políticos).
3. Creo que las viñetas son ofensivas e insultantes; pero no porque representen a Mahoma (algo que molesta a los musulmanes fascistas), sino porque asocian el Islam con el terrorismo; es decir, llaman terroristas –o seguidores de terroristas—a todos los creyentes del Islam (algo que, con razón, molesta incluso a los musulmanes más moderados).
4. Creo que cualquier acción violenta derivada de la publicación de esas viñetas es injustificable.
5. Creo que en el Islam está ganando terreno el fascismo, lo reaccionario. Eso ya ocurrió en Europa durante siglos, especialmente a principios del siglo XX, cuando el fascismo, el nazismo y el nacional-catolicismo se nutrieron, para prosperar, de la desesperanza de la gente pobre, inculta y sin perspectivas de futuro. Occidente no está haciendo nada para evitarlo, al contrario: lo estimula.
En Occidente también hay fundamentalistas religiosos que no dudan en apelar a Dios para justificar crímenes abominables: basta con el caso de George W. Bush. Su catadura moral es similar a la de Bin Laden.
Afortunadamente, en Europa, a duras penas, vamos consiguiendo zafarnos del fascismo religioso de cualquier signo, muy a pesar de algunos líderes religiosos y de algunos políticos autodenominados "liberales". La intolerancia, la violencia y el fanatismo no son definitorios del Islam; sí lo son de cualquier religioso fascista.
6. Creo que la libertad de expresión no significa "libertad para insultar". Representar a Mahoma (como hizo el excelente humorista Plantu) debe estar amparado por la libertad de expresión porque, aunque moleste a un grupo de creyentes, no les insulta.
Pero identificar a todo un grupo de creyentes con asesinos no esta justificado ni debe ampararse en la libertad de expresión. Imaginemos una columna de opinión en un periódico en la que se diga: "Todos los cristianos (o los ateos) son terroristas".
7. Creo que los autores de las viñetas publicadas en Jyllands-Posten no se pueden amparar en la libertad de expresión, por eso me parece bien que el periódico haya pedido disculpas.
8. Creo que la autocrítica sólo existe entre los moderados y progresistas, sean o no creyentes, y sea cual sea su religión.
9. Creo que el Islam es, ha sido y será, parte esencial de la civilización occidental; especialmente de la española; al igual que el cristianismo. Como liberal que soy, creo que la religión no debe influir en la política, que los Estados deben ser laicos y que las creencias deben ser respetadas y mantenidas en un ámbito estrictamente privado.
10. Creo que hay cosas mucho más graves, escandalosas, injustas, amenazantes y terribles que la publicación de estas viñetas y sus consecuencias; y estoy triste y furioso al comprobar que, una vez más, las bajas pasiones y los gritos tribales dirigen el sentir de mucha gente. Pequeñas gotas como ésta, cuando se las magnifica exponencialmente en los medios, acaban por desbordar el vaso en forma de Guerra Mundial.