26.11.09


Cataluña no tiene dignidad. Ni Madrid... 


Doce diarios editados en Cataluña publican hoy el mismo editorial titulado La dignidad de Cataluña. Empiezo por reconocer que, si fuera ciudadano catalán, no me gustaría nada que TODOS los periódicos editados en mi territorio compartan exactamente, sin matices, la MISMA OPINIÓN. Además, en el texto se deslizan suposiciones y prejuicios nacionalistas de bulto (el principal, la FARSA de los derechos colectivos). Éste es un pequeño análisis crítico de ese discurso.

El editorial dice así (alternaré sus afirmaciones con, entre corchetes, mis críticas, negativas o favorables):

La dignidad de Catalunya

[Catalunya no tiene dignidad. Ni Castilla, ni Francia, ni Madrid. La dignidad sólo se puede predicar de los individuos. De cada uno de los ciudadanos]

Después de casi tres años de lenta deliberación y de continuos escarceos tácticos que han dañado su cohesión y han erosionado su prestigio, el Tribunal Constitucional puede estar a punto de emitir sentencia sobre el Estatut de Catalunya, promulgado el 20 de julio del 2006 por el jefe del Estado, rey Juan Carlos, con el siguiente encabezamiento: "Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado, los ciudadanos de Catalunya han ratificado en referéndum y Yo vengo en sancionar la siguiente ley orgánica". Será la primera vez desde la restauración democrática de 1977 que el Alto Tribunal se pronuncia sobre una ley fundamental refrendada por los electores.

[Los ciudadanos catalanes lo aprobaron, sí, pero la participación en el referéndum no llegó al 50%. Fue del 49,4%. Poco entusiasmo ciudadano, pues]

La expectación es alta. La expectación es alta y la inquietud no es escasa [Esa repetición le añade al discurso la necesaria nota dramática] ante la evidencia de que el Tribunal Constitucional ha sido empujado por los acontecimientos a actuar como una cuarta cámara, confrontada con el Parlament de Catalunya, las Cortes Generales y la voluntad ciudadana libremente expresada en las urnas. Repetimos, se trata de una situación inédita en democracia. Hay, sin embargo, más motivos de preocupación. De los doce magistrados que componen el tribunal, sólo diez podrán emitir sentencia, ya que uno de ellos (Pablo Pérez Tremps) se halla recusado tras una espesa maniobra claramente orientada a modificar los equilibrios del debate, y otro (Roberto García-Calvo) ha fallecido.

De los diez jueces con derecho a voto, cuatro siguen en el cargo después del vencimiento de su mandato, como consecuencia del sórdido desacuerdo entre el Gobierno y la oposición sobre la renovación de un organismo definido recientemente por José Luis Rodríguez Zapatero como el "corazón de la democracia". Un corazón con las válvulas obturadas, ya que sólo la mitad de sus integrantes se hallan hoy libres de percance o de prórroga. Esta es la corte de casación que está a punto de decidir sobre el Estatut de Catalunya. Por respeto al tribunal –un respeto sin duda superior al que en diversas ocasiones este se ha mostrado a sí mismo– no haremos mayor alusión a las causas del retraso en la sentencia.


[Totalmente de acuerdo. La situación del Constitucional ha dejado su legitimidad por los suelos. Necesita una reforma urgente y la culpa de su postración es de PSOE y PP. Formalmente, no obstante, ese tribunal es operativo y, por suerte o por desgracia, el Estado de derecho es, en buena medida, un sistema formal. Y, de nuevo, si un Tribunal con la mitad de sus miembros comprometidos carece de legitimidad, ¿qué decir de un refréndum en el que no participan la mitad de los electores?].

La definición de Catalunya como nación en el preámbulo del Estatut, con la consiguiente emanación de "símbolos nacionales" (¿acaso no reconoce la Constitución, en su artículo 2, una España integrada por regiones y nacionalidades?) [Si “nación” y “nacionalidad” fueran lo mismo, en la Constitución pondría “nación” y no “nacionalidad”]; el derecho y el deber de conocer la lengua catalana; la articulación del Poder Judicial en Catalunya, y las relaciones entre el Estado y la Generalitat son, entre otros, los puntos de fricción más evidentes del debate, a tenor de las versiones del mismo, toda vez que una parte significativa del tribunal parece estar optando por posiciones irreductibles. Hay quien vuelve a soñar con cirugías de hierro que cercenen de raíz la complejidad española. Esta podría ser, lamentablemente, la piedra de toque de la sentencia.

[Seguramente hay quien vuelve a soñar con cirugías de hierro. Los nacionalistas catalanes y los españoles, seguro. Ambos por igual]

No nos confundamos, el dilema real es avance o retroceso; aceptación de la madurez democrática de una España plural, o el bloqueo de esta. No sólo están en juego este o aquel artículo, está en juego la propia dinámica constitucional: el espíritu de 1977, que hizo posible la pacífica transición. Hay motivos serios para la preocupación, ya que podría estar madurando una maniobra para transformar la sentencia sobre el Estatut en un verdadero cerrojazo institucional. Un enroque contrario a la virtud máxima de la Constitución, que no es otra que su carácter abierto e integrador.

[La Constitución tiene un carácter abierto e integrador, lo que no quiere decir que en ella quepa todo]

El Tribunal Constitucional, por consiguiente, no va a decidir únicamente sobre el pleito interpuesto por el Partido Popular contra una ley orgánica del Estado (un PP que ahora se reaproxima a la sociedad catalana con discursos constructivos y actitudes zalameras). El Alto Tribunal va a decidir sobre la dimensión real del marco de convivencia español, es decir, sobre el más importante legado que los ciudadanos que vivieron y protagonizaron el cambio de régimen a finales de los años setenta transmitirán a las jóvenes generaciones, educadas en libertad, plenamente insertas en la compleja supranacionalidad europea y confrontadas a los retos de una globalización que relativiza las costuras más rígidas del viejo Estado nación. Están en juego los pactos profundos que han hecho posible los treinta años más virtuosos de la historia de España. Y llegados a este punto es imprescindible recordar uno de los principios vertebrales de nuestro sistema jurídico, de raíz romana: Pacta sunt servanda. Lo pactado obliga.

[“Están en juego los pactos profundos que han hecho posible los treinta años más virtuosos de la historia de España”. Esta alarmante afirmación es un bello ejemplo de presión sobre un Tribunal. Me arriesgo a afirmar que si el Constitucional tumba algunos artículos del Estatut, al ciuadano de la calle, al catalán y al resto de españoles no les importará demasiado. Ah, y respecto a "lo pactado obliga". La Constitución, tal cual, también es un pacto. Y también obliga].

Hay preocupación en Catalunya y es preciso que toda España lo sepa. Hay algo más que preocupación. Hay un creciente hartazgo [Pruebas, por favor. No supongamos sentimientos ajenos] por tener que soportar la mirada airada de quienes siguen percibiendo la identidad catalana (instituciones, estructura económica, idioma y tradición cultural) como el defecto de fabricación que impide a España alcanzar una soñada e imposible uniformidad.

[La identidad catalana es un ingrediente más de la identidad de los españoles. Por lo menos lo es de mi propia identidad…. Las instituciones, estructura económica, idioma y tradición cultural calatanas no hacen sino enriquecer a las instituciones, estructura económica, idiomas y tradición cultural españolas. Y eso con o sin reforma del Estatut, ojo.]

Los catalanes pagan sus impuestos (sin privilegio foral); contribuyen con su esfuerzo a la transferencia de rentas a la España más pobre; [No solo los catalanes, el resto de españoles también pagan sus impuestos y contribuyen a ese esfuerzo. Los madrileños, desde luego, lo hacen] afrontan la internacionalización económica sin los cuantiosos beneficios de la capitalidad del Estado [Quédense la capitalidad. Se la regalo. No saben qué tortura es vivir en la megalomanía capitalina de Gallardón]; hablan una lengua con mayor fuelle demográfico que el de varios idiomas oficiales en la Unión Europea, una lengua que en vez de ser amada, resulta sometida tantas veces a obsesivo escrutinio por parte del españolismo oficial [Cierto, la lengua catalana tiene más fuelle demográfico que otras. Como español, me alegro enormemente. Lo del escrutinio por parte del españolismo, también es cierto en muchos casos… ahora, lo de que ese españolismo sea “oficial”. Puf. Oficial suena a estatal, público… No creo que los poderes públicos escruten el catalán. Más bien lo protegen y lo defienden… El catalán es sólo zarandeado por quienes, a ambos lados, confunden lo español con lo castellano], y acatan las leyes [Hombre, algunos sí y otros no, chorizos hay en todas partes], por supuesto, sin renunciar a su pacífica y probada capacidad de aguante cívico [Aguante cívico el mío, que vivo en el centro de Madrid]. Estos días, los catalanes piensan, ante todo, en su dignidad; conviene que se sepa.

[Increíble. Los que han redactado este editorial se han metido en la mente de todos y cada uno de los catalanes y han averiguado en qué piensan. Seguro que lo han hecho mienstras dormían. Hay que llamar a Iker Jiménez… De todas formas que juego el cuello a que la mayoría de los catalanes piensa: en la salud, en su familia, en el trabajo, en cómo llegar a fin de mes, en lo que van ver por la tele… pero ¿en su dignidad?]

Estamos en vísperas de una resolución muy importante. Esperamos que el Tribunal Constitucional decida atendiendo a las circunstancias específicas del asunto que tiene entre manos –que no es otro que la demanda de mejora del autogobierno de un viejo pueblo europeo– [Los pueblos no demandan nada, porque no son sujetos. No pueden conjugar verbos, a menos que se los personalice. Lo cual es un recurso literario, pero nada más…], recordando que no existe la justicia absoluta sino sólo la justicia del caso concreto, razón por la que la virtud jurídica por excelencia es la prudencia. Volvemos a recordarlo: el Estatut es fruto de un doble pacto político sometido a referéndum. [A un referéndum que levantó de todo menos entusiasmo, repetimos].

Que nadie se confunda, ni malinterprete las inevitables contradicciones de la Catalunya actual. Que nadie yerre el diagnóstico, por muchos que sean los problemas, las desafecciones y los sinsabores. No estamos ante una sociedad débil, postrada y dispuesta a asistir impasible al menoscabo de su dignidad. [De nuevo se han metido en la mente del pueblo. Nigromantes, brujos, magos, hadas madrinas, ET, los Gremmlins… seres de la fantasía, manifestaos!] No deseamos presuponer un desenlace negativo y confiamos en la probidad de los jueces, [“Probidad” significa “honradez”. O sea, que si los jueces no les dan la razón, no son honrados. Están mezclando la moralidad con el derecho… Ummm. Terreno muy pantanoso. Es un “insulto preventivo”] pero nadie que conozca Catalunya pondrá en duda que el reconocimiento de la identidad [la identidad es individual, cada cual tiene la suya. Los pueblos, de nuevo, no tienen identidad, solo cada uno de los ciudadanos que los componen tienen identidad y éstas nunca coinciden. Las identidades son cambiantes, se construyen, se destruyen… es inútil intentar petrificarlas en una ley. Eso lo sabe cualquiera que haya leído algo de antropología y psicología], la mejora del autogobierno, la obtención de una financiación justa y un salto cualitativo en la gestión de las infraestructuras son y seguirán siendo reclamaciones tenazmente planteadas con un amplísimo apoyo político y social. [Genial. Ánimo] Si es necesario, la solidaridad catalana volverá a articular la legítima respuesta de una sociedad responsable. [¿“Legítima respuesta”? ¿quién decide sobre esa legitimidad? ¿solidaridad catalana? ¿y eso qué es? la solidaridad es humana. Punto. Ponerle adjetivos suena a NODO franquista].

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22 Comments:

Los ciudadanos catalanes lo aprobaron, sí, pero la participación en el referéndum no llegó al 50%. Fue del 49,4%. Poco entusiasmo ciudadano, pues

Absolutamente irrelevante y maniqueo. Pretender restar legitimidad al resultado de un referendum con el argumento de que "ha votado poca gente", cuando a priori no se ha exigido un quorum (y la ley electoral catalana, que es la misma que la española, no lo contempla) no tiene el más mínimo sentido.

Y ojo, yo estoy a favor de que en las elecciones en general, y en especial en los referendums, se exija un quorum mínimo para validarlas, pero eso SIEMPRE se ha de determinar ANTES de las elecciones.

By Blogger Sota, at 26 de noviembre de 2009, 10:45  

Yo respeto el resultado del referéndum, simplemente recuerdo que no levantó demasiado entusiasmo. Es más, la cosa es peor de como yo la pinto. No es ya que sólo votara el 49% de la gente con derecho a sufragio. Es que, de los cinco millones largos que tienen ese derecho en Cataluña, sólo voto a favor del nuevo Estatut el 36,2%...

By Blogger Unknown, at 26 de noviembre de 2009, 11:27  

Lo cual sigue siendo completamente irrelevante desde el momento en que no había una exigencia de quorum.

Quien está convocado a las urnas y no va por elección propia, está indicando que el resultado le es indifente, con lo cual, si el resultado es positivo (como fue en este caso), no deja de ser un asentimiento implícito.

By Blogger Sota, at 26 de noviembre de 2009, 11:36  

Que sí, que sí. Pero que no hubo entusiasmo, que no se movilizaron las masas, que no hubo un clamor popular. Que es legítimo, que lo respeto, lo acato y hasta lo defiendo. Pero que fue como fue. Anodino.

By Blogger Unknown, at 26 de noviembre de 2009, 11:42  

No hubo entusiasmo, como en la mayoría de las últimas elecciones que se han celebrado en todo el estado.
No olvidemos que se venía de una promesa del Sr. Zapatero ('Aprobaré el Estatuto que salga del Parlament de Catalunya'), pasando por el 'cepillo' del Sr. Guerra, que dejó el primer proyecto en algo mucho más descafeinado y que levantaba menos pasiones que el original.
Para mí, en la editorial hay dos denuncias claras. La primera, la legitimidad del actual TC. La segunda, la propia del proceso realizado (Parlament, Congreso y Referéndum) si después unos señores elegidos de forma dudosamente democrática se lo pueden cargar de un plumazo. ¿Para qué tanto camino?
Finalmente añadir que, aunque hay quien quiera hacer pensar lo contrario, en Catalunya hay inquietud por la resolución del TC, más de lo que muchos imaginan.

By Anonymous jmp99, at 26 de noviembre de 2009, 12:28  

solidaridad catalana

http://es.wikipedia.org/wiki/Solidaridad_Catalana

By Blogger Adrià, at 26 de noviembre de 2009, 12:45  

Toño, bienvenido a UPyD!

By Anonymous Anónimo, at 26 de noviembre de 2009, 14:15  

Siempre he sido muy jacobino, no es nada nuevo. De UPyD, algunas cosas me gustan, otras las detesto, como de casi todos los partidos.

No hay que ser maniqueo.

By Blogger Unknown, at 26 de noviembre de 2009, 14:45  

Tiene razón el anónimo precedente, veo difícil conciliar las palabras del post de hoy con el apoyo a un gobierno que afirma que todo lo que haya salido de un parlamento, autonómico o nacional, igual da, y que haya sido aprobado en referéndum, pena de muerte, racismo, o cualquier otra barbaridad incluidas, es 'de soi' constitucional.

Y si no, que cambien la Constitución, que es antiestatutaria. En fin.

By Anonymous DavidMP, at 26 de noviembre de 2009, 14:48  

No hay nada comn más "identidad" que un rebaño de ovejas...

By Anonymous Anónimo, at 26 de noviembre de 2009, 15:10  

En resumen: si todos los periódicos nacionales de la nación de Madrid dicen que la constitución mola, eso está bien, es consenso, es lo mejor de las dos Españas, etc.

Eso sí: si todos los periódicos catalanes dicen que el Estatut les mola, eso está mal, es preocupante, es contrario al pluralismo, etc.

Y es que una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa.

By Anonymous popota, at 26 de noviembre de 2009, 15:39  

Popota, todos los periódicos de Cataluña pueden defender el nuevo estatuto. Lo que a mí me provoca recelos es que reproduzcan exactamente el mismo texto. Que no haya matices. Creo que sería mucho más enriquecedor para los lectores catalanes leer editoriales diferentes (aunque todos apoyen lo mismo). En fin, que no me gusta "el rodillo" y si en Madrid hubiera un rodillo, tampoco me gustaría.

By Blogger Unknown, at 26 de noviembre de 2009, 16:19  

Toño dice:

"[...]la identidad es individual, cada cual tiene la suya. Los pueblos, de nuevo, no tienen identidad, solo cada uno de los ciudadanos que los componen tienen identidad y éstas nunca coinciden. Las identidades son cambiantes, se construyen, se destruyen… es inútil intentar petrificarlas en una ley[...]"

Yo se lo aplicaría a la Constitución post-franquista.

By Anonymous Anónimo, at 26 de noviembre de 2009, 16:24  

A mi parecer la cosa se ha ido un poco de las manos, ya que este texto está causando más revuelo fuera de Cataluña que aquí mismo (hablando desde Barcelona).

En toda España están comentando/criticando el texto (unos con más acierto y criterio que otros, debo decir que en esta web, aunque no comparta las opiniones, éstas al menos han sido argumentadas, y con bastante acierto, cosa que no es muy común a la hora de hablar de Cataluña).

A mi parecer esta editorial común, es lo más parecido a un comunicado popular que puede hacer la prensa (el cuarto poder), y no sólo al resto de España, sino a los catalanes.
Este texto tan criticado, parece un preludio a otra muchas editoriales que vendrán (ya tendrá tiempo cada diario de dar la suya) pero ha sido una llamada de atención sobre un tema que ya estaba olvidado (tanto aquí en Cataluña cómo en el resto de España), y a juzgar por el resultado, parece que lo han conseguido.

No se donde quieren llegar con ello, pero han conseguido que en toda España se hable del tema, y que desde muchos lugares nos vayan a caer los típicos comentarios, y vaya a crecer un poco más el odio que ya se nos tiene; al parecer estamos ante un intento de llamar la atención del pueblo catalán, y supongo que pretenden que ahora este sea uno de los temás de interés por aquí. (aunque seguramente sea un tema más recurrido fuera de nuestras fronteras... ya se verá)

By Anonymous Víctor, at 26 de noviembre de 2009, 16:56  

Que sea el mismo texto es un barroquismo poco presentable, pero no afecta en nada al argumento: hay la misma (falta de) pluralidad en esa opción que ha tomado la prensa monárquica catalana, que en la defensa de la constitución, de la transición, del consenso y del resto de llenapistas de la prensa española, que hace dos semanas elogiaba en bloque que, una vez solucionada la anomalía de ETB, todas las teles del país den la cháchara del Borbón en navidades.

Saludos, y gracias por la respuesta.

By Anonymous popota, at 26 de noviembre de 2009, 18:02  

De acuerdo con casi todo lo que dices en el post.
Este asunto del Estatut convierte un problema administrativo en una cuestión de dignidad nacional.
El funcionamiento del actual sistema "democrático" es completamente verbenero y eso incluye a la Generalitat, al Gobierno Central, al T.Constitucional y a como los diarios viven de las subvenciones.
Y coincido con Popota en el argumento de que tan poco legítimo es el Estatut como esa Constitución del 78. ¿Cuantos de los ciudadanos actuales la votaron? ¿Y cuantos de los que lo hicieron estaban acojonados por un eventual cuartelazo?
Nos hemos montado una peli de indios con nuestra transición y nuestra democracia modélica, nuestros Borbones, nuestro Estado de Derecho y todo el tinglao.

Vamos, si lo coge Fellini...

PD: Perdón por el rollo

By Blogger Leon, at 26 de noviembre de 2009, 20:37  

Que el tinglado económico-político-mediático de Cataluña sea un "tazón de hierro" -gracias, Mao-, no debería sorprender a nadie a estas alturas de la vida.
No sé a qué viene ahora tanto revuelo de atrio de convento: a diestras y siniestra han pactado con los independentistas. No hay que engañarse, no son regionalistas, su techo es la independencia.
Y han hecho suya la intención de no vencer al estado, sino controlarlo.

Si los políticos en general son una oligarquía, los políticos catalanes son una forma refinada de mafia siciliana, pero metida a los negocios comunes -3%-.

Tremendo papelón del PP y el PSOE. Darían pena, si no diesen asco.

By Anonymous Anónimo, at 27 de noviembre de 2009, 0:05  

LA DIGNIDAD DE CATALUÑA

O EL TRASLADO A LA CÁRCEL DE BRIANS DE LOS HOMBRES DE CIU Y PSC

MACIÁ ALAVEDRA, LLUIS PRENAFETA, BERTOMEU MUÑOZ...



Rafael del Barco Carreras



Titulares de ayer 26-11-09. Últimamente me sucede a diario, se me cruzan los cables, o por la edad. ¡Pero no!, intentando entender mi vida, la madeja de corruptos alcanza tantos kilómetros, ¡y lo qué falta por desmadejar!, que debo recortar los escritos, borrar con el cursor, y unir dos y tres en uno. Intentando minimizar, porque de lo contrario no me releo ni yo mismo.

Lo de la DIGNIDAD manejada por los políticos, ahogados entre la corrupción y el saqueo a las caixas, con su Tele y Prensa (quebrados y subvencionados) no tiene nada que ver con lo del traslado a BRIANS, ¿o sí?, pero si leo la definición de la Real Academia, nos abarca a todos, individuos o entes públicos y privados, y no es disparatada la abstracción DIGNIDAD-BRIANS. Todos tenemos la nuestra, y a la mayoría de los ciudadanos nos la pisotean a diario, por lo que si los políticos nos meten a los demás en sus dignidades o indignidades, nos ofenden.

La de los ciudadanos de Cataluña y sus políticos son dos paralelas sin posible punto de contacto, pues votando unas listas cerradas, y apañadas por vete a saber que intereses, no se representa en particular a nadie. Ese Estatuto, que desataría la cuarta guerra Mundial, de escucharles, solo lo votaron una minoría. Mi dignidad acabó entre el Clan de los PUJOL y el de NARCIS SERRA – PASCUAL MARAGALL. Huí de mi querida Barcelona y en Madrid pasé largas y buenas temporadas, aunque los bancos amargaran mi existencia. Es normal, tras años de cárcel alguien pagaría el desastre empresarial que arrastraba.

¡Pero qué me importa a mí esa DIGNIDAD de que hablan los DOCE periódicos catalanes, más o menos lo que se inventaron mi vida a favor de Javier de la Rosa y toda su recua de vividores!... Pero si me importó la de la Junta de Tratamiento de esa prisión, la de la Generalitat y del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria cuando salí siete días después de TOTALMENTE cumplida la condena (y más perrerías en tiempos de Maciá Alavedra en la Generalitat amenazando al distribuidor de mi primer libro sobre el tema), ver imágenes en www.lagrancorrupcion.blogspot.com

Les advertiría desde mi humilde blog a los de BRIANS, la Generalitat y los juzgados de Vigilancia Penitenciaria que no les concedan el TERCER GRADO antes de ser condenados. Es de suponer que Garzón dicte la libertad con fianza, que ni eso me concedieron a mí, pues si con todos los “amigos” con largas condenas no han respetado ni el tiempo de rellenar los formularios cumpliendo con el reglamento...pudiera suceder que en su probada eficacia se olvidaran del detalle de no ser aun penados.

¿DIGNIDAD...? dudo que en esos estamentos oficiales se considere… la de los demás CATALANES

By Blogger Rafael del Barco Carreras, at 27 de noviembre de 2009, 15:18  

¿Sabías que muchos de estos diarios catalanes cobran de la Generalitat? ¡Buenos perros, buenos perros!

By Anonymous Anónimo, at 27 de noviembre de 2009, 21:21  

No deseamos presuponer un desenlace negativo y confiamos en la probidad de los jueces,
A VER TOÑO, AQUÍ SÓLO HAN QUERIDO DECIR QUE LOS JUECES SON IMPARCIALES, HAY QUIEN ESTÁ EN CONTRA DEL ESTATUTO CATALÁN Y SEGURÓ TENDRÁ ALGÚN AMIGUILLO DENTRO DEL CONSTITUCIONAL.
ES QUE VER TODO EL RATO FANTASMAS...

By Anonymous Anónimo, at 28 de noviembre de 2009, 11:56  

Vistelo como quieras. Ponlo desde arriba o desde abajo. La realidad es que España como país está en entredicho desde que el Estatuto salió adelante con los aplausos del que debiera ser presidente de España y no de una región. Al teatro nacional, la orquesta nacional, el día nacional, la senyera nacional, el president,la lengua, etc, etc, se le suma la bandera, se le suma la justicia, se le suma la nación, se le suma la economía made in "pa mí to", etc,etc y tenemos, sin comerlo y sin beberlo, un país que funciona prácticamente sólo dentro de otro país que asiste atónito a las andadas de una élite, burguesa, que mira sus interes, que arrastra unos pocos de votos y que no duda, caso de Carod, en pactar con terroristas si hace falta. Y mientras piden respeto, que lo merecen aunque no se compartan sus ideas, ellos insultan a nuestras instituciones que son también las suyas, nos llaman vagos y aprovechados caso de los andaluces, fascistas en caso de los madrileños, se rien del rey (y eso que soy republicano), se rien de todo lo que huela a español, etc. Piden respeto para su inventada patria e insultan la nuestra, que es la suya: los reyes católicos invento, cervantes invento, la unidad invento, las machadas históricas y militares invento, etc, etc. Y los escritores, pintores, arquitectos, periodistas, militares, escultores, poetas, si son catalanes bien si escribían en castellano o amaban España mal. Y así me puedo tirar toda la noche escribiendo. Y yo soy moderno y todo lo guay y progre que queráis pero a mí no me sale de los mismísimos que se ponga en duda por 4 iluminados (que encima no son ni catalanes) la Constitución que nos ha permitido a todos vivir en paz, progreso, en libertad de culto, económico, social y que nos ha acercado a la Europa que nos fue negada por el dictador. Y eso, a mí, no me lo van a poner en peligro porque no me da la gana, ya pueden venir a nombrar los derechos de los pueblos de la onu o la una.

By Blogger DigoYo, at 28 de noviembre de 2009, 19:59  

José Antonio Zarzalejos Nieto (El Confidencial) menciona los precedentes de 1934 y Rumasa......

By Anonymous Anónimo, at 28 de noviembre de 2009, 20:57  

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