3.5.11
La victoria de Bin Laden
Veo una cama revuelta y sangre en el suelo. Es sangre humana. Hay una aspiradora descompuesta sobre lo que parece el quicio de una puerta fuera de quicio. Y sangre, sangre humana en el suelo. Las sábanas hechas un despojo. Sangre como la de cualquier víctima, en el suelo, en las paredes, solo que esta sangre es de un asesino y, por lo tanto, también de un ser humano. Como cualquier víctima. La habitación, la cama, el desorden son los típicos de cualquier asesinato: mediocres, sucios, atroces.
Pero era un asesino peligroso. Tenía un sueño: un mundo sin derechos, sin separación de poderes, sin garantías judiciales, sin libertades individuales, sin intimidad, sin democracia. Un mundo en el que reinara la mentira, la ocultación, la tortura, la sangre humana manando a borbotones, como la suya, como la de sus víctimas, como la de los que murieron junto a él (una mujer y tres hombres, dicen).
Da igual que hace tiempo lo sabios dijeran “la violencia engendra violencia”. Da igual que generaciones pasadas intentaran consagrar, siquiera precariamente, el derecho a la vida y a un juicio justo. Occidente ha renunciado a su ideal y ha abrazado su realidad: el reino de la mentira, la ocultación, la tortura, la sangre humana manando a borbotones. Veo esa sangre en las pulcras camisas de los líderes ‘del mundo libre’, de las sociedades ‘avanzadas’. Occidente ha cumplido el sueño de Bin Laden.
Pericles, Cristo, Marco Aurelio, Montaigne, Voltaire, Rousseau, Tolstoi, Ghandi, Luther King… Ellos y otros muchos intentaron hacernos comprender que la vida humana, toda vida humana, es el valor supremo. Da igual, sus enseñanzas han quedado borradas por una sábana revuelta, empapada en sangre.
Y no es raro, lo raro era ese delicado edificio ideal de valores: ese logro intelectual, ese ejemplo de superación humana que es la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Lo difícil es contener la sed de venganza, y administrar Justicia a su debido tiempo. Lo fácil es dar rienda suelta a la bestia humana, al ejecutor. Lo difícil es sobreponernos a nuestra animalidad.
Hemos optado por lo fácil.
Se nos dice que él no respetó los derechos de sus víctimas. Claro que no, era un terrorista. Los terroristas no respetan ese tipo de cosas. Tampoco lo hacen ahora nuestros Estados ‘avanzados’.
Poca gente es consciente de la fragilidad de los Derechos Humanos. Es común que la ficción legitime la idea de que el fin justifica los medios. Ahora ya no son novelas y películas las que lo hacen: ahora son Estados (en los que en el pasado nacieron los Derechos Humanos) los que con sus actos o palabras refrendan que el fin justifica los medios.
Ya podemos empezar a enseñarlo en las escuelas y universidades sin miedo. Ya podemos divulgar que nuestra idea del ser humano ha cambiado. Que la condición humana ha quedado oficialmente devaluada en Occidente y que, lo mejor, es felicitar a quien ha logrado esa fácil devaluación. Para los líderes europeos vuelve a haber casos en que la pena de muerte está justificada.
Desterremos a los pacientes, a los reflexivos, a los previsores, a los estudiosos. Reneguemos del largo plazo. No pensemos en las consecuencias. Abracemos los resultados inmediatos, a los soldados, a los héroes por un instante fulgurantes. El retardo y la calma son de cobardes.
Ahora cuando el Ejército israelí asesine en Gaza, mostrémonos comprensivos o, por qué no, felicitémosles. Cuando AlQaeda asesine, pensemos que, para ellos también, el fin justifica los medios. Su lógica es nuestra lógica.
Europa ha muerto. El terror ha vencido.
Etiquetas: derechos humanos, opinión, terrorismo
5 Comments:
Todo esto suena a bodevil barato, a chapuza para lerdos. Además: así nunca sabremos si Bin Laden existió y nunca tendremos la oportunidad de oír lo que tuviera que decir -aunque sólo fuera para despreciarlo-.
Mme. Discordia
Brillante. Gracias.
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Están bien algunas cosas, pero creo que merece la pena plantearse otras. Cómo se detiene a un tío rodeado de guardaespaldas armados –ya sé que ni lo intentaron, pero cómo se hace. Dónde se le juzga, una vez detenido, en qué país, bajo qué jurisdicción. ¿Lo aceptarían los holandeses en La haya, meses encerrado en una cárcel cuyos alrededores se convertirían en objetivo terrorista? ¿Lo llevamos a una cárcel norteamericana? ¿En qué ciudad? ¿Es legal secuestrar a un tío en otro país y juzgarlo en el propio? (Ahí está Eichmann, secuestrado ilegalmente, juzgado allí donde no cometió sus crímenes, y ejecutado de acuerdo a leyes promulgadas ad hoc después de cometidos esos crímenes, en contra de todos los principios del Derecho, como todos los condenados en Nuremberg, ¿fue injusto aquello? ¿qué se podía hacer con aquellos asesinos?) Una vez sentado en el banquillo, ¿en Guantánamo?, quizá el único lugar que reúne condiciones de seguridad, ¿se podrían aportar más pruebas para condenarlo que los famosos vídeos de reivindicación de los atentados? Yo no entiendo mucho, pero un buen abogado lo mismo habría conseguido que un tribunal normal lo hubiera absuelto.
Declarada la guerra por él, en esta forma nueva de ahora, y aceptada la declaración por el presidente norteamericano de entonces, y por el santo de ahora, ¿lo juzgamos por lo civil o por lo militar? Los juicios militares contra el jefe de los enemigos, ¿tienen sentido antes de finalizar la guerra? O antes de eso simplemente se le mata, si se puede.
Está muy bien hacer posturitas, quién no las ha hecho, pero por una vez no estaría mal que los escandalizados concretarais el plan de acción, lo sentarlo ante un tribunal, así en genérico, no parece suficiente.
jajaja Los valores de Occidente, ¿cuáles son? ¿Los de España, donde todos los terroristas sean de lo que sean y de la ideología que sea (GRAPO, ETA, AL-QAEDA) están o estarán dentro de muy poco en la calle? ¿Los valores de Occidente qué son, el asesino de mierda que ha salido hace dos días después de haber matado en un atentado, entre otros, a un niño de 13 años? Si Bin Laden hubiera sido detenido en Europa, ya veo el show: juzgado por nada, sentenciado a 10 años, entrevista en la tele, salida de la cárcel a los dos años y después recibiendo subvenciones para hacer la ONG "Musulmanes sin fronteras". Cuando dentro de unos años aquí en Europa nos haya explotado este problema en la cara, serán los Estados Unidos los que vengan con "sus valores de occidente" a sacarnos del marrón. Es verdad que ahora ha dicho Estados Unidos que no iba armado. Tampoco los que iban por las calles de Bali o Madrid.
PD: Te voy a decir una cosa que te va a sorprender. Ahí va: estamos en Guerra. Cara de sopresa aquí.
Como leí en el País "Se debe ser un gran hijo de puta para que te mate un premio Nobel de la paz"
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