23.3.05
Algo está pasando
Un taxista con una pegatina del Che. En Madrid. Los taxistas van cambiando. Empieza a haber de todo y no sólo los tradicionales fachas que obtuvieron las licencias favorecidos por el franquismo.
Ahora te puede tocar desde el chaval que te dice: "El coche no es mío, echo unas horas para sacar pelas. No tendrás papel de liar, ¿no?"; hasta el taxista de la Puerta del Sol que sólo oye Radio2 (24 horas de música clásica). Su coche está limpio y huele bien (no a ambientador) y siempre lo tiene a la temperatura perfecta. Subirse es entrar en un remanso de paz. "¿Esto es Purcell? / Sí, interpretado por Hesperion XX, ya sabes, Jordi Savall..."
En Madrid es imposible encontrar un taxi cuando hay fútbol (aunque también existe algún taxista NO futbolero -creo que es el mismo que el de la música clásica). Tampoco se cazan taxis de noche en fin de semana (a no ser que se sea chica y se tengan menos de 40 años. Ellos son así). A esas horas se permiten elegir si te llevan o no.
Ya van quedando menos de los de la COPE a todas horas, o Radiolé o Cadena Dial. Esos entrañables taxistas de la Gremial (en Madrid existen dos grandes asociaciones, la Gremial -de derechas- y la Federación -minoritaria y de izquierdas). Cada vez hay más autónomos, quizá por ahí vengan los aires nuevos.