30.4.16
El ‘chonismo’, nuevo género televisivo de los 'hipsters'
Descerebrados e incultos: así eran vistos hasta hace no mucho los espectadores que se tragan en la tele programas de líos entre parejas. Ser espectador de dating shows, realities, talents y otros formatos con nombre chungo estaba muy mal visto.Ahora es lo más. Lo más cool. Lo más hipster. Lo más moderner. Los formatos han evolucionado y uno puede presumir sin sonrojo de que ve Quién quiere casarse con mi hijo (QQCCMH), Casados a primera vista, Un príncipe para Corina, Gran Hermano VIP, First Dates o Supervivientes. La antigua telebasura se ha convertido en un fenómeno… sofisticadamente ‘choni’ y vamos a intentar explicar las razones.
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Etiquetas: Artículos en La Vanguardia, idas de olla, telebasura, televisión
27.4.16
Sánchez, Iglesias y Rivera están jugando con fuego (y no lo saben)
¿Son conscientes nuestros líderes políticos de que están jugando con
fuego? No lo parece, a juzgar por lo exultantes que se pasean por el
Congreso, y cómo zanganean de micrófono en micrófono y de tele en tele,
encantados de haberse conocido. La tranquilidad relativa que hasta ahora
hemos vivido en las calles, incluso en los períodos de máxima
movilización social, puede perderse si los ciudadanos perciben que su voto no vale para nada.
Nuestros líderes políticos, todos ellos, tienen una enorme
responsabilidad si se vuelven a convocar elecciones y, de nuevo,
fracasan en el intento de formar un gobierno de cambio: cuando la vía electoral se muestra como una vía muerta, el extremismo y la frustración se alían para incendiar la calle.
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Etiquetas: Artículos en La Marea, Ciudadanos, elecciones, Izquierda Unida, Podemos, política, psoe
24.4.16
Elogio de la ‘caja tonta’
Intelectuales del mundo, aquí hablamos de televisión, así que
¡váyanse a otro sitio con sus moleskines y sus libracos de Murakami!
Sobre la televisión ya está todo dicho, ¿no? Es porquería. Punto.
No sigan leyendo, no vaya a ser que caigan en esta frase de Newton
Norman Minow: “Cuando la televisión es buena, nada es mejor; pero cuando la televisión es mala, nada es peor”.
¡Anatema! ¡El julay dice que la tele puede ser buena! La frase la soltó en 1961 ese señor, que entonces era presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos. Es una afirmación capaz de generar debate 55 años después de haber sido pronunciada. El bueno de Newton (suponemos que es bueno, somos roussonianos) hoy tiene 90 años: nació en la misma década que la televisión. Y sigue vivo. La tele es insultantemente joven, así que si ustedes creen que ya se ha dicho todo sobre ella, se equivocan. En TV or not TV vamos a intentar demostrárselo.
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¡Anatema! ¡El julay dice que la tele puede ser buena! La frase la soltó en 1961 ese señor, que entonces era presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos. Es una afirmación capaz de generar debate 55 años después de haber sido pronunciada. El bueno de Newton (suponemos que es bueno, somos roussonianos) hoy tiene 90 años: nació en la misma década que la televisión. Y sigue vivo. La tele es insultantemente joven, así que si ustedes creen que ya se ha dicho todo sobre ella, se equivocan. En TV or not TV vamos a intentar demostrárselo.
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20.4.16
Existe un color desconocido (la vida en color bistre)
En la historia de la pintura, existen infinidad de dibujos al bistre,
aunque sea bistre una palabra que no figura en el diccionario de la
RAE. Por ejemplo, la Galería Nacional de Victoria, en Melbourne, posee
uno bellísimo. En él se ve a un anciano ofreciendo un regalo a un bebé
quien, en brazos de su madre, parece pedir permiso a ésta con la mirada
para aceptarlo. Los expertos creen que el dibujo es obra del pintor
Giovanni Battista Franco (s. XVI) más conocido como Il Semolei algo así
como el de la sémola, en dialecto veneciano. La imagen sería un estudio para una Adoración de los reyes.
¡Quién sabe cómo habrá llegado hasta las antípodas! El trazo del
dibujo, soberbio, es de un color pardo, oscuro: algo así como el sepia…
Pero el uso del color sepia (que se extrae precisamente de ese
cefalópodo) no se generalizaría hasta los siglos XVIII y XIX, cuando
desplazó al bistre y a la tinta china.
La creación de la tinta china (o tinta india, en Reino Unido) se pierde en la noche de los tiempos. Se realizaba usando finísimos polvos de carbón vegetal, u hollines de aceites vegetales, diluidos en agua y espesados con alguna proteína de origen animal (la especie de queratina que -perdón por el pleonasmo- recubre los cuernos de los cervatillos era la más apreciada). En el caso del bistre, ese polvo se mezclaba con goma arábiga, glicerina, goma laca…
En una exposición, hace meses, vi que en la ficha de un cuadro ponía: tinta parda. Apunté estas dos palabras en el bloc de notas de mi teléfono móvil, porque ese color, la misteriosa tinta parda, era igual que la tinta que usaba en su estilográfica mi tío Enrique. Y es igual que la tinta que utilizo cuando, excepcionalmente, escribo a pluma. En filatelia es una palabra más conocida, y no es raro encontrar billetes de banco y sellos de colección descritos, en castellano y en catalán, como de color bistre. A principios del siglo XV, en su Tabula de vocabulis sinonimis et equivocis colorum, el estudioso francés Jehan Le Begue, dio su primera definición del bistre, al que denominó caligo; del latín caligo-caliginis: tinieblas, niebla. Por eso en castellano decimos que algo (el cielo, un pensamiento, un texto como éste) es caliginoso cuando es denso, oscuro o nebuloso.
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La creación de la tinta china (o tinta india, en Reino Unido) se pierde en la noche de los tiempos. Se realizaba usando finísimos polvos de carbón vegetal, u hollines de aceites vegetales, diluidos en agua y espesados con alguna proteína de origen animal (la especie de queratina que -perdón por el pleonasmo- recubre los cuernos de los cervatillos era la más apreciada). En el caso del bistre, ese polvo se mezclaba con goma arábiga, glicerina, goma laca…
En una exposición, hace meses, vi que en la ficha de un cuadro ponía: tinta parda. Apunté estas dos palabras en el bloc de notas de mi teléfono móvil, porque ese color, la misteriosa tinta parda, era igual que la tinta que usaba en su estilográfica mi tío Enrique. Y es igual que la tinta que utilizo cuando, excepcionalmente, escribo a pluma. En filatelia es una palabra más conocida, y no es raro encontrar billetes de banco y sellos de colección descritos, en castellano y en catalán, como de color bistre. A principios del siglo XV, en su Tabula de vocabulis sinonimis et equivocis colorum, el estudioso francés Jehan Le Begue, dio su primera definición del bistre, al que denominó caligo; del latín caligo-caliginis: tinieblas, niebla. Por eso en castellano decimos que algo (el cielo, un pensamiento, un texto como éste) es caliginoso cuando es denso, oscuro o nebuloso.
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13.4.16
Ropa de marca e “izquierda” emergente
Fue a mediados de los años ochenta cuando, por primera vez, sentí la
necesidad de tener una prenda de vestir de una marca determinada: era
una camiseta azul con la palabra y el logotipo de Nike perfilados en una
fina línea blanca. No podía ser más simple. Se la había visto a algunos
compañeros de clase y yo quería la misma. Necesitaba ese símbolo sobre
mi pecho para molar tanto como ellos. Abruma recordar hasta qué punto llevar una u otra prenda de vestir podía suponer un retroceso en la jerarquía de los compañeros de clase o de los amigos del barrio. Luego llegaron las zapatillas Karhu, el plumífero bicolor marca Rock Neige y de ahí… boom: caí, como casi todos, en el marquismo.
Un marquismo del que, me temo, nunca terminamos de desembarazarnos del
todo. Ni siquiera los que pasan por ser íntegros militantes anticapitalistas.
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6.4.16
Todavía hay clases (entre los empresarios)
En 2014 había en España un total de 3.114.361 millones de empresas, de
las cuales 3.110.522 (el 99,88%) eran pequeñas y medianas, es decir, pymes
(con entre cero y 249 asalariados). Son datos del Directorio Central de
Empresas, difundidos por el Ministerio de Industria en su informe Retrato de las pyme 2015 [PDF]. Eso indica que las grandes empresas españolas no llegan a 4.000 en número: en concreto son 3.839. ¿Y por qué todo el día sólo oímos hablar de las grandes empresas?
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Etiquetas: Artículos en La Marea, capitalismo, empresas