22.3.05
Justo eso
Más de dos horas ante un público imposible. Wilco congregó ayer en Madrid a 5.000 individuos dispares. Esta banda de rock recuerda a Deus, a Tom Petty, al Pearl Jam de No Code y al Bruce Springsteen de Nebraska (un poco de la música llamada Alt-Americana -y más de uno se cabreará por estas comparaciones-).
La banda liderada por Jeff Tweedy ha traspasado (tras seis discos en solitario y dos en colaboración con Billy Bragg) las fronteras de lo exclusivo y están llegando a las masas. Pero parece que aún no lo saben y siguen mostrándose alegres y naturales sobre las tablas.
EL PÚBLICO
Entre los asistentes, la parte masculina de Amaral, uno de los guitarristas de Los Secretos (Pavel dixit), algunos redactores del Tentaciones, el melómano Santiago Segurola (insigne y discutido periodista deportivo, para los que no lo sepan), los dueños de la sala Moby Dick, el cantante de los Pleasure Fuckers... Una atmósfera de "somos los elegidos" y "sabemos lo que se cuece".
Pre-famoseo capitalino, y mucho más de todo: Padres, madres, camisas, mocasines, zapatillas de deporte, tipos vestidos de camioneros yankis, lolitas, estudiantes norteamericanos (un 25% de la concurrencia), más padres, y una media de edad en torno a los 30 años. Patillas y gafas de pasta por doquier...
Mucha gente con nómina viendo a Wilco.
LA MÚSICA
¿Y la banda? Excelente. Un sonido perfecto (la batería un poco baja, menudencias). Canciones ya de por sí magníficas, como Reservations o Far, Far Away ganaron, si es posible, todavía algún punto en directo.
"Somos americanos, y os pedimos disculpas por haber elegido a Bush otra vez. Estamos avergonzados. Pero no os preocupéis, estamos trabajando para que se vaya. Dentro de tres años y medio vuelve a haber elecciones", dijo un Tweedy relajado, gracioso, y que se estaba divirtiendo.
Todo ello en inglés: "Pedimos disculpas por no hablar español. Es vergonzoso. Y vosotros habláis todos inglés y lo entendéis todo. Tenéis mucho mérito y os habéis esforzado en aprender. Perdonadnos. Damos pena".
Fue el típico concierto del que todo el mundo hablará cuando Wilco vuelva a Madrid, y llene un estadio. "Yo estuve en el de 2005, fue mucho mejor", se dirá. Y seguramente sea así. Por que el recital de ayer dejó una muesca en la pequeña historia rockanrolera de Madrid.