6.5.05
¿Gallardón y Pimentel en un nuevo partido político?
(OPINIÓN) ¿Qué sentimiento es más fuerte en el alcalde de Madrid, el amor por la ciudad a la que le ha dedicado la vida o el amor por su partido político?
Madrid ha estado abandonado durante el mandato de José María Álvarez del Manzano. Madrid ha sufrido el 11-M. Madrid ha languidecido durante lustros.
Cuando la ciudad adorada por Gallardón necesita más que nunca ponerse al día, cuando la perspectiva de lograr unos juegos olímpicos lograría sacarla de una vez por todas de ese pasado casposo de Álvarez del Manzano y del miedo y el retrotraimiento dejado por los atentados del 11-M, cuando Madrid necesita más que nunca que se trabaje por ella, la presidenta de la Comunidad Autónoma, Esperanza Aguirre, se dedica a crispar los ánimos, a dividir, a molestar.
La imagen que las autoridades de Madrid están dando al mundo, gracias a Esperanza Aguirre, es pésima; y justo en el momento en que se decide su destino olímpico. Pero eso le da igual a Esperanza Aguirre. Ella antepone los intereses de su partido, y los suyos propios, a los de los ciudadanos.
¿Y Gallardón? Retomo la pregunta del principio: ¿qué podrá más en él, su amor por la ciudad o su amor por un partido político que está torpedeando al candidatura olímpica de Madrid?
Hace años, el ex ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, dejó el Partido Popular por desavenencias sobre la política de inmigración. El PP le quedaba a la derecha. No es que Pimentel fuera “de izquierdas”. Tampoco lo es el actual alcalde de Madrid, pero es evidente que no comparten ni los objetivos ni los modos de Aguirre (y por tanto, de Aznar, Acebes, Zaplana, etc…)
¿Debería Gallardón irse con Pimentel y crear una alternativa al PP? No vendría mal que en España existiera un partido auténticamente liberal (como los liberales alemanes o los liberal-demócratas británicos).
Si a Gallardón le importa Madrid tanto como dice, la actitud de Esperanza Aguirre le debe estar pareciendo una alta traición. Algo suficientemente grave como para abandonar un partido.
Quizá esté esperando a que llegue la decisión del Comité Olímpico Internacional para tomar una decisión. Si Madrid sale elegida, quizá Gallardón aguante en el PP; si no… a lo mejor debería pensar en irse con Pimentel y dejarle claro al PP que se ha equivocado de estrategia.
Esperanza Aguirre tiene la esperanza de llegar a ser presidenta de Gobierno algún día. Quiere que Rajoy le ceda el paso, por eso está haciendo oposición al Gobierno central desde Madrid, algo nefasto de cara a al candidatura olímpica.
Gallardón se ha perfilado desde hace años como candidato del PP a la presidencia del Gobierno de España, un rival directo de Aguirre ¿está Madrid pagando por esa pugna? ¿Está dejando Rajoy que esa división se perpetúe, en perjuicio de los intereses de los madrileños?
(OPINIÓN) ¿Qué sentimiento es más fuerte en el alcalde de Madrid, el amor por la ciudad a la que le ha dedicado la vida o el amor por su partido político?
Madrid ha estado abandonado durante el mandato de José María Álvarez del Manzano. Madrid ha sufrido el 11-M. Madrid ha languidecido durante lustros.
Cuando la ciudad adorada por Gallardón necesita más que nunca ponerse al día, cuando la perspectiva de lograr unos juegos olímpicos lograría sacarla de una vez por todas de ese pasado casposo de Álvarez del Manzano y del miedo y el retrotraimiento dejado por los atentados del 11-M, cuando Madrid necesita más que nunca que se trabaje por ella, la presidenta de la Comunidad Autónoma, Esperanza Aguirre, se dedica a crispar los ánimos, a dividir, a molestar.
La imagen que las autoridades de Madrid están dando al mundo, gracias a Esperanza Aguirre, es pésima; y justo en el momento en que se decide su destino olímpico. Pero eso le da igual a Esperanza Aguirre. Ella antepone los intereses de su partido, y los suyos propios, a los de los ciudadanos.
¿Y Gallardón? Retomo la pregunta del principio: ¿qué podrá más en él, su amor por la ciudad o su amor por un partido político que está torpedeando al candidatura olímpica de Madrid?
Hace años, el ex ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, dejó el Partido Popular por desavenencias sobre la política de inmigración. El PP le quedaba a la derecha. No es que Pimentel fuera “de izquierdas”. Tampoco lo es el actual alcalde de Madrid, pero es evidente que no comparten ni los objetivos ni los modos de Aguirre (y por tanto, de Aznar, Acebes, Zaplana, etc…)
¿Debería Gallardón irse con Pimentel y crear una alternativa al PP? No vendría mal que en España existiera un partido auténticamente liberal (como los liberales alemanes o los liberal-demócratas británicos).
Si a Gallardón le importa Madrid tanto como dice, la actitud de Esperanza Aguirre le debe estar pareciendo una alta traición. Algo suficientemente grave como para abandonar un partido.
Quizá esté esperando a que llegue la decisión del Comité Olímpico Internacional para tomar una decisión. Si Madrid sale elegida, quizá Gallardón aguante en el PP; si no… a lo mejor debería pensar en irse con Pimentel y dejarle claro al PP que se ha equivocado de estrategia.
Esperanza Aguirre tiene la esperanza de llegar a ser presidenta de Gobierno algún día. Quiere que Rajoy le ceda el paso, por eso está haciendo oposición al Gobierno central desde Madrid, algo nefasto de cara a al candidatura olímpica.
Gallardón se ha perfilado desde hace años como candidato del PP a la presidencia del Gobierno de España, un rival directo de Aguirre ¿está Madrid pagando por esa pugna? ¿Está dejando Rajoy que esa división se perpetúe, en perjuicio de los intereses de los madrileños?