La Fragua

El comunismo no existe



(OPINIÓN) Hoy se cumplen 30 años de la legalización del Partido Comunista de España. Y todavía hoy persiste la confusión en torno a qué es el comunismo.

Comunismo es sinónimo de estalinismo, para unos. Para otros es sinónimo de trotskismo, y para otros de leninismo.

En España, para unos cuantos, el comunismo es sinónimo de democracia, por su labor durante la transición.

El PCE de hoy en día no tiene nada que ver con el de aquellos tiempos. Carrillo incluso consiguió que la bandera rojigualda estuviera presente en una reunión del PCE, algo que hoy sería difícil incluso en un mitin del PSOE.

Julio Anguita, Francisco Frutos y Ángeles Maestro, mano a mano, se han encargado a conciencia de sepultar para los restos al PCE. Y la crisis que hoy en día vive Izquierda Unida se debe al cáncer que lleva en su seno: el PCE de Anguita, Frutos y Maestro.

El PCE se ha convertido en una formación inadaptada a la Constitución, que pierde el tiempo en esencialismos.

Es verdad que, en España, el precio de desmarcarse del PCE es ser fagocitado por el PSOE. Pasó con Nueva Izquierda.

Hoy sólo debería existir un comunismo liberal, que asuma la democracia en sí, no como vía hacia la dictadura del proletariado.

Desgraciadamente, bajo las siglas del PCE, hoy en día sólo quedan estalinistas y leninistas. De esos que piensan que las utopías se pueden realizar aquí y ahora. Nostálgicos del absoluto y amantes de la ética de la pureza.

De esos que nunca se embarran, porque no asumen ninguna responsabilidad, allí, en lo alto de su torre de marfil. Encantados de conocerse. Perfectamente inútiles para los débiles, y muy útiles para la derecha.

El legado de Marx, de Proudhon y de Trotsky debería formar parte de cualquier discurso político de izquierdas (junto al de otros pensadores más liberales). Pero esos tres nombres, que siempre desatan pasiones, repugnan a los actuales dirigentes del PCE.

Es por gente como Anguita, Frutos y Maestro, por lo que el comunismo nunca ha sido ni será posible. Éstos tres son al comunismo como Ratzinger, Rouco y Martínez Camino a la Iglesia católica.