18.12.13
Abajo el pueblo
La mejor manera de detectar en cualquier interlocutor un intento de manipulación o un caso flagrante de demagogia es fijarse en su empleo de la palabra “pueblo”. Es verdad que este vocablo, que en realidad siempre ha sido ambiguo en su significado, para mucha gente sólo tiene connotaciones positivas. ¿Qué tiene de malo el pueblo, el pueblo “llano”? Se asocia dicho término a algo puro, virtuoso, como en el pasado se hacía con la idea del “buen salvaje”. Si el ser humano es bueno por naturaleza, la suma de seres humanos unidos en un pueblo también es buena por naturaleza. El pueblo, unido, jamás será vencido. Pero el pueblo, en realidad, no existe. Por eso a menudo sus integrantes son vencidos.
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Etiquetas: Artículos en La Marea, nacionalismo, opinión