14.1.14
La revolución comienza por tu menú del día
Si te parece una pérdida de tiempo hablar sobre la necesidad de comer menos carne, deberías seguir leyendo. Establecer un día sin carne fue una de las propuestas de Los Verdes alemanes para las recientes elecciones celebradas en aquel país. Varios analistas internacionales, con sonrisa de suficiencia, se apresuraron a calificar esta medida de “frivolidad”, “tropezón” o de “intromisión” en la libertad de los ciudadanos. Sin embargo, nada más lejos de la frivolidad que abrir el debate sobre el consumo de carne. No vamos a entrar aquí en los argumentos éticos de los animalistas y veganos que abogan por la supresión radical. Ni esgrimiremos las razones médicas para moderar la ingesta cárnica y las alternativas proteínicas que existen en las legumbres y frutos secos. Tampoco advertiremos sobre las toxinas, hormonas, antibióticos, esteroides y pesticidas que contiene la carne que consumimos. Ni siquiera diremos, como la adolescente de la película Agosto, que comer carne es “comer miedo”.
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Etiquetas: alimentación, Artículos en La Marea, capitalismo, opinión