29.1.10
Oda a los patos de Salinger
FOTO: AP
El taxista era un listo.
-Aquí no puedo dar la vuelta, amigo. Esta calle es de dirección única. Tendremos que seguir hasta la Diecinueve.
No tenía ganas de discutir:
-Está bien - le dije. De pronto se me ocurrió preguntarle si sabía una cosa-. ¡Oiga! -le dije-. Esos patos del lago que hay cerca de Central Park South… Sabe qué lago le digo, ¿verdad? ¿Sabe usted por casualidad adónde van cuando el agua se hiela? ¿Tiene usted alguna idea de dónde se meten?
Sabía perfectamente que cabía una posibilidad entre un millón. Se volvió y me miró como si yo estuviera completamente loco.
-¿Qué se ha propuesto, amigo? -me dijo-. ¿Tomarme un poco el pelo?
-No. Sólo quería saberlo, de verdad.
No me contestó, así que yo me callé también hasta que salimos de Central Park en la calle Diecinueve.
El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye - J. D. Salinger)
"Bien pensado, todo el mundo necesita tener unos patos. No sé muy bien qué significa esto, pero creo que forma parte de la condición humana: el tener unos patos, el proyectar parte de lo que llevamos dentro en unos patos..."
[Sigue leyendo este excelente post de Fernando Navarro en La Ruta Norteamericana]
Etiquetas: blogs, homenajes, literatura, obituarios
1 Comments:
Precioso. Cómo echo de menos lo que aprendía con vosotros hace ahora dos años. Cuando, entre el café y la tostada, apuntaba en mi libretilla los discos, los libros y películas de los que hablabais. Ainsss. Un beso a los dos!
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